La creación de conocimiento histórico parte de la curiosidad sobre el pasado propio o ajeno, sin meternos en por mayores, diremos que surge para resolver esas inquietudes que desde nuestro presente aparecen como pequeñas criaturas que buscan el respaldo de sus mayores para tales o cuales actos, es pues que el historiador se dedica a interpretar y crear a partir de eso que lo acerque al pasado, a lo cual conocemos como fuentes. Para la confección del conocimiento histórico, las fuentes que utiliza el historiador deben ser analizadas, valoradas e interpretadas, siguiendo una metodología coherente, teniendo en cuenta el momento histórico en el que éstas se sitúan, así como su relación con las circunstancias en que surgen; así pues deben someterse a una critica objetiva para conocer los elementos que las componen y comprobar su veracidad, y la posibilidad que brindan para el conocimiento y reconocimiento de ese pasado.
Para ello, se debe proseguir pormenorizadamente de esta forma: clasificación, explicación causal, intencionalidad, circunstancias históricas, análisis, comentario y aplicación de su contenido, utilidad y valoración general.
Sobre la traducción:
El proceso de traducción responde a una necesidad por conocer el mundo plasmado en otro lenguaje, este proceso, nada sencillo consiste en una actividad que conjunta la interpretación y la creación; es pues, un proceso de toma de decisiones que van de la interpretación del texto de partida hasta la expresión del texto de llegada.
Para Lucas, Amaruc; la traducción consiste en proporcionar una equivalencia semántica entre la lengua de partida y la lengua de llegada; el mismo nos pone en la problemática de las traducciones, ya que de acuerdo con su análisis, es necesario, en primera instancia el conocer y verse involucrado con ambas lenguas, siendo que: “la traducción es un esfuerzo leal por acercar dos lenguas y dos culturas”. Analizando la “Enciclopedia del lenguaje”, de David Crystal, el autor nos refiere a los tipos de traducciones, así como los niveles de traducción, cosa que no es de menor importancia, puesto que ahí es donde aparece otro punto crítico que nos muestra las vicisitudes de la traducción. Así pues nos menciona tres clases de traducción traducción pragmática, que pone énfasis en la precisión y el conocimiento de la materia; traducción estética, donde se busca preservar el entendido emocional y cognitivo manteniendo cierto nivel de equivalencia estilística; traducción etnográfica o sociolingüística, que atiende al fondo cultural de los autores y los receptores, tomando en consideración las diferencias entre la lengua de partida y de llegada.
Habrá además que mencionar los niveles de traducción: Palabra por palabra, referente a las traducciones que por lo general no tienen sentido puesto que por lo general la lengua de llegada y la lengua de partida no tienen reglas gramaticales similares. Traducción literal, estas siguen la estructura lingüística del texto, sin embargo, se normaliza acorde a las reglas de la lengua de llegada. Traducción libre, se pasa por alto la estructura lingüística de la lengua de partida y se encuentra un equivalente a partir del significado que se transmite.
Por Issi Murillo